Al viajar por las incontables historias que nos ofrece la mitología nórdica, probablemente hayas notado que hay un nombre que se repite una y otra vez, pues las travesuras de Loki son tan legendarias como intrigantes. Este astuto dios, conocido por su naturaleza juguetona y engañosa, con habilidades que facilitan aún más el cometer estos actos de dudosa moralidad; por ejemplo, puede cambiar de forma a voluntad y hacerse invisible.

Desde convertirse en un caballo para distraer a un gigante hasta transformarse en una mosca para sabotear los planes de sus enemigos, Loki es un maestro del disfraz y el engaño. Sin embargo, no todas las travesuras de Loki tienen un final divertido, como podemos ver en su participación en la muerte del dios Balder o en su papel en el inicio del Ragnarok. A pesar de sus actos desafiantes y sus bromas traviesas, como veremos en el siguiente artículo, Loki sigue siendo una figura fascinante en la mitología nórdica, recordado por su ingenio, su astucia y su inquebrantable espíritu juguetón.

Creación del muro que protege a Asgard

Todo comenzó cuando los dioses decidieron construir un muro alrededor de su reino celestial de Asgard para protegerlo de los peligros del mundo exterior. Para llevar a cabo esta monumental tarea, buscaron la ayuda de un gigante constructor, quien prometió completar el muro en un tiempo récord a cambio de la diosa Freyja como recompensa. Sin embargo, cuando el gigante comenzó a trabajar en la construcción del muro, los dioses pronto descubrieron que su velocidad y habilidad eran impresionantes, y temieron cumplir con su parte del trato al perder a Freyja. Fue entonces cuando Loki, siempre listo para una travesura, ideó un plan para retrasar al gigante y evitar que terminara la construcción a tiempo.

Loki, con su capacidad para transformarse en diferentes formas, decidió convertirse en una yegua y distraer al caballo del gigante, que era crucial para el trabajo de construcción. Su ingenioso plan funcionó, y el caballo del gigante se desvió de su tarea, permitiendo así que los dioses ganaran un valioso tiempo que se tradujo en la llegada de la fecha acordada. Cuando el gigante regresó y vio que no tenía tiempo para acabar su obra, enfureció al descubrir el engaño y amenazó con causar estragos en Asgard. Antes de que pudiera llevar a cabo su amenaza, Thor intervino y derrotó al gigante, asegurando la protección de Asgard y la libertad de Freyja.

Combate junto a Thor para derrotar a Þrymr

La saga de Þrymskviða es un relato de las travesuras de Loki, pero que también destaca el ingenio y la valentía de Thor en su lucha por recuperar su amado martillo, Mjölnir. La razón detrás de todo la vemos cuando el gigante Þrymr roba el martillo de Thor y exige a los dioses que le entreguen a Freyja como esposa a cambio de devolverlo. Ante esta amenaza, los Æsir idean un plan audaz: disfrazar a Thor como Freyja y a Loki como su dama de compañía para infiltrarse en el Jötunheimr y recuperar Mjölnir. Aunque al principio a Thor le desagrada la idea de vestirse como una mujer, finalmente acepta para recuperar su martillo.

Una vez en el banquete organizado por Þrymr, Thor, disfrazado como Freyja, despierta la sospecha del gigante al devorar grandes cantidades de comida. No obstante, Loki hábilmente justifica el comportamiento excesivo de «Freyja» como resultado de la emoción de estar frente al rey de los gigantes. Durante el banquete, Þrymr intenta besar a «Freyja» y le pide que se descubra el velo, momento en el que Thor revela su verdadera identidad al arrebatar Mjölnir de un solo golpe. La sala se llena de truenos y relámpagos mientras Thor, bajo la forma del dios del trueno, asesina a Þrymr y los demás gigantes presentes. Con Mjölnir en su posesión una vez más, Thor regresa triunfante a Asgard, habiendo derrotado a Þrymr y restaurado el equilibrio en los nueve reinos de Ygdrasill.

Disturbio en un banquete de los Ægir

La Lokasenna, también conocida como «Las blasfemias de Loki» o «Las travesuras de Loki», nos presenta un dramático escenario en el gran salón de Ægir, donde los dioses y otros seres divinos se congregan para un festín auspiciado por el dios del mar. En este contexto, la tensión surge rápidamente cuando Loki, en un arranque de envidia y malicia, mata a uno de los sirvientes de Ægir, Fimafeng, y luego regresa al banquete desafiante. A pesar de la reprobación de los dioses, Loki persiste y se enfrenta a Eldir, otro sirviente, buscando descubrir los temas de conversación de los dioses.

Su entrada en el salón provoca una serie de intercambios ácidos, insultos y amenazas entre Loki y los demás presentes. Loki se burla y difama a los dioses, cuestionando su valor, virtud y conducta. Los dioses, por su parte, intentan mantener la compostura y calmar la situación, pero las provocaciones de Loki los llevan al límite. De esta forma, el poema revela el lado manipulador y astuto de Loki, quien parece disfrutar sembrando discordia y caos entre los dioses.

A través de sus palabras afiladas y su comportamiento desafiante, Loki demuestra su capacidad para influir en los eventos y manipular a aquellos a su alrededor para su propio beneficio. A medida que la tensión aumenta, Thor finalmente hace su entrada en la fiesta, desafiando a Loki y amenazándolo con el uso de su martillo, Mjölnir. Esta confrontación culmina con la salida de Loki del banquete, pero no sin antes mencionar que la única razón por la que se retiraba era por Thor, reafirmando la gran mediocridad del resto de dioses.

El origen de los terremotos

Llegados casi al final del poema Lokasenna, las travesuras de Loki pasan factura, ya que después de ser capturado por los dioses, es atado con las entrañas de su propio hijo, Nari (o Váli en algunas interpretaciones), quien fue asesinado por su hermano Narfi (o Narvi). Las vísceras de Nari son utilizadas para sujetarle a tres rocas, y sobre él se coloca una serpiente que gotea veneno sobre su rostro. Ante tal «injusticia», la esposa de Loki, Sigyn, permanece a su lado sosteniendo un recipiente para capturar el veneno y evitar que caiga sobre él.

La vasija no era eterna, y cuando se ve obligada a vaciar la fuente, el veneno cae sobre Loki, causándole un tormento insoportable que lo hace retorcerse de dolor. Se creía que los movimientos de Loki atado, retorciéndose bajo el veneno de la serpiente, eran la causa de los terremotos en el mundo de los dioses y los hombres. Cada vez que el dolor de Loki se intensificaba y sus convulsiones aumentaban, la tierra temblaba y se sacudía, manifestando la furia y el tormento del dios.