En los recovecos de la mitología nórdica, donde las ramas del colosal árbol Yggdrasil se entrelazan con los destinos de dioses y guerreros, emergen dos criaturas míticas que juegan un papel interesante a la par que divertido en el cosmos nórdico: Heidrun y Eikthyrnir. Estas asombrosas entidades, que hallan reposo en las alturas de la grandiosa sala de Valhalla, encarnan la esencia de la vida después de la batalla y la conexión entre los reinos celestiales y el inframundo. Con esto en mente, a través de este artículo conozcamos a fondo todo lo relacionado con Heidrun y Eikthyrnir.

Heidrun

En la mitología nórdica, Heidrun es una criatura extraordinaria cuyas ubres prodigiosas fluyen con interminables chorros de hidromiel, la bebida de los dioses. Sobre su origen, algunas fuentes sugieren que pudo haber sido creada por los dioses de Asgard, dotándola con el don especial de generar hidromiel. Otras teorías plantean la posibilidad de que Heidrun sea una cabra común que nació con este asombroso don. La mitología nórdica, sin embargo, guarda silencio sobre su origen, dando pie únicamente a teorías.

La tarea de Heidrun es nutrir a los dioses residentes en Asgard y, de manera crucial, alimentar a los Einherjar. Estos últimos son los espíritus de los guerreros valientes que perecieron en batalla y ahora residen en Valhalla. Cada noche, los guerreros caídos se regocijan en un banquete celestial, donde se les sirve hidromiel de las ubres milagrosas de Heidrun y la sabrosa carne de cerdo del gigantesco Sæhrímnir.

En la mitología nórdica, la figura de Heidrun se asocia con granjas mágicas en el reino de los dioses. Estas granjas albergan a múltiples Heidrun, donde son cuidadas y ordeñadas para extraer su preciado hidromiel. Esta bebida alcohólica, favorita entre los nórdicos, se convierte en objeto de deseo, y se busca llevarla a todos los bares de los países nórdicos, extendiendo así la influencia de Heidrun más allá de los reinos celestiales.

Eikthyrnir

Por su parte, en la cima de la sala de Odín, posiblemente Valhalla, se encuentra Eikthyrnir, el ciervo cuyos cuernos gotean misteriosas gotas de líquido. Este líquido, posiblemente agua, se dirige al pozo Hvergelmir, ubicado en Helheim, el reino de los muertos deshonrosos. Las gotas de Eikthyrnir dan origen a numerosos ríos que serpentean por varios de los reinos nórdicos.

La mitología nórdica describe a Eikthyrnir en su morada en el árbol Læraðr, aunque los eruditos modernos concuerdan en que este árbol es, en realidad, el gigantesco Yggdrasil. Según la leyenda, sus gotas, al caer en el pozo, dan origen a ríos como Síd, Víd, Søkin, Eikin, Svöl, Gunnthrá, Fjörm, Fimbulthul, Gípul, Göpul, Gömul, Geirvimul, Thyn, Vín, Thöll, Höll, Grád, Gunnthráin, Nyt, Nöt, Nönn, Hrönn, Vína y Vegsvinn.