En un lugar donde dioses, gigantes y criaturas míticas coexisten, la mitología griega también nos ofrece personajes mucho más simple, como es el caso de dos gallos que destacan como los heraldos del destino final conocido como Ragnarök. Gullinkambi y Fjalar, con sus cantos proféticos, desempeñan un papel crucial en la narrativa del fin del mundo en esta rica tradición mitológica.

El nombre «Gullinkambi» se traduce como «peine dorado» en nórdico antiguo, y este gallo reside en Valhalla, el majestuoso salón de los caídos. En el poema Völuspá de la Edda poética, se profetiza que Gullinkambi cantará para despertar a los héroes y anunciar el inicio de los eventos cataclísmicos del Ragnarök. Su canto resuena en los salones de Othin (Odín), el padre de las huestes, marcando el preludio de la batalla final.

Junto a Gullinkambi, Fjalar es otro gallo cuyo canto presagia el Ragnarök. Este gallo misterioso tiene su morada en el bosque de Gálgviðr. Las profecías nórdicas describen cómo Fjalar anuncia el inminente colapso de la realidad conocida, contribuyendo así al caos que precede al Ragnarök. Completa el trío de gallos proféticos, un tercer pájaro, un gallo rojo hollín sin nombre, que canta en los pasillos de Hel, el reino de los muertos.

Las traducciones del poema Völuspá sugieren que estos tres gallos emiten sus cantos en ubicaciones diversas, simbolizando la extensión del Ragnarök a todos los rincones del cosmos nórdico. Además, algunos expertos han propuesto que el árbol central representado en los tapices de Överhogdal, un hallazgo arqueológico sueco, podría ser el árbol del mundo Yggdrasil. En esta interpretación, el pájaro en la cima del árbol sería Gullinkambi.

Función de estas criaturas en la mitología nórdica

En la mitología nórdica, Gullinkambi y Fjalar, los gallos proféticos, desempeñan un papel crucial como heraldos del Ragnarök, la batalla del fin del mundo. Su función principal radica en anunciar el inicio de los eventos catastróficos que conducirán al colapso de los nueve mundos y al renacimiento subsiguiente. Según las profecías contenidas en el poema Völuspá de la Edda poética, el Ragnarök comienza con el canto de tres gallos en ubicaciones estratégicas:

  • Gullinkambi, el gallo de cresta dorada, reside en Valhalla, el salón de los héroes caídos. Su canto está destinado a despertar a los guerreros valientes que aguardan en el reino de Odín. Este llamado marca el inicio de la movilización divina para la batalla final.
  • Fjalar, el segundo gallo, tiene su morada en el bosque de Gálgviðr. Su canto resuena en la naturaleza, anunciando la llegada del Ragnarök a través de la conexión con el entorno salvaje y la expansión del caos.
  • Un tercer gallo, de plumaje rojo hollín y sin nombre específico, emite su canto en Jotunheim, el mundo de los gigantes. Este anuncio simboliza la participación de los jotnar en la inminente conflagración, agregando un componente adicional de amenaza a la narrativa.

La función principal de estos gallos es servir como preludio a la batalla que involucra a dioses, gigantes y diversas criaturas míticas. Sus cantos funcionan como una advertencia universal, alertando a todos los rincones de los nueve mundos sobre el inminente Ragnarök. Después de los acontecimientos cataclísmicos desatados por el Ragnarök, la mitología nórdica describe un mundo devastado que eventualmente resurge y se vuelve fértil. Los dioses sobrevivientes, junto con aquellos que regresan, se reúnen en este nuevo mundo repoblado.

¿Por qué elegir a estas criaturas?

La elección de Guillinkambi y Fjalar como heraldos del Ragnarök en la mitología nórdica se fundamenta en su simbolismo, características y su conexión con eventos cósmicos significativos. Aunque no está completamente claro por qué se asigna esta tarea específica a los gallos, existen algunas interpretaciones y elementos culturales que podrían ofrecer una explicación.

Para empezar, los gallos, tanto en la realidad como en la mitología, son conocidos por su agudo sentido del peligro. Su habilidad para detectar amenazas y proclamarlas con sus cantos los convierte en mensajeros apropiados para anunciar un evento tan trascendental como el Ragnarök. La elección de criaturas alertas y vigilantes refuerza la idea de que la batalla final es inevitable y requiere preparación.

Aunque otros presagios, como la desaparición del sol y el temblor del árbol del mundo Yggdrasil, también señalan el Ragnarök, los gallos pueden representar un elemento adicional de confirmación y atención. La mitología nórdica a menudo utiliza múltiples símbolos y señales para enfatizar la importancia de ciertos eventos, y los gallos podrían haber sido elegidos para fortalecer la solemnidad del Ragnarök.

Menciones de Gullinkambi y Fjalar en la era moderna

Estas antiguas criaturas de la mitología nórdica, Gullinkambi y Fjalar, han encontrado resonancia en la era moderna, trascendiendo su origen mítico para aparecer en diversas formas culturales y artísticas. Para empezar, Gullinkambi es el cabecilla en la canción «Gullinkambi’s Return» de La Feria de Venecia. Por otro lado, en el anime Val X Love, Gullinkambi desempeña un papel destacado como el vicegeneral de las fuerzas de Odín en Asgard. Su presencia está vinculada a la garantía del desempeño regular de actividades entre Val Love y Takuma, cumpliendo órdenes directas de Odín.

En el mundo de los videojuegos, tanto Gullinkambi y Fjalar hacen su aparición en la franquicia «Fire Emblem». En Fire Emblem Heroes, Gullinkambi es el título del tercer capítulo del Libro IV. Fjalar, por otra parte, es un personaje de fondo en Fire Emblem: Genealogy of the Holy War. Como uno de los Doce Cruzados, ella ostenta el título de Mage Fighter, siendo la portadora original del tomo Valflame y fundadora del Ducado de Velthomer.