En la mitología nórdica existe una pareja de lobos inseparables cuyo único propósito era cazar sin descanso al sol y a la luna para devorarlos. Se les conocía como Skoll y Hati. Sólo se mencionan unas pocas veces en la Edda Prosaica escrita por Snorri Sturluson. Aunque no existe mucha información sobre estas dos criaturas sobrenaturales, exploremos su historia en la mitología nórdica, siendo representadas como peluches de lobos en distintas versiones.
¿Quiénes son Skoll y Hati?
Skoll y Hati son dos lobos gigantes de la mitología nórdica. Son hijos del dios lobo Fenrir y de la gigante Iarnvidia. Skoll persigue al sol por el cielo, mientras que Hati persigue a la luna. Cada día, están cerca de atrapar a su presa, pero cada noche fracasan. Finalmente, lo conseguirán, y el sol y la luna serán devorados. Esto señalará el fin del mundo, el Ragnarök.
Skoll y Hati son dos de las criaturas más temidas de la mitología nórdica. Encarnan la destrucción y el caos, y su incesante persecución del sol y la luna representa las fuerzas imparables de la naturaleza. Estos lobos gigantes recuerdan que incluso los seres más poderosos pueden ser abatidos por el implacable paso del tiempo.
En el principio, Odín entregó al dios del sol, Sol o Sunna, y a la luna, Mani, dos carros mágicos para que cruzaran rápidamente el cielo una vez al día y llevaran así la luz a todo el mundo. Lo que Odín no previó fue que los dos dioses se distraían con mucha facilidad. A Sol le gustaba tomarse su tiempo para contemplar las olas rompiendo en los acantilados y la naturaleza desde el cielo. En cuanto a Mani, le gustaba observar lo que hacían los humanos.
Sin embargo, sus acciones tenían un gran impacto no sólo en los dioses, sino también en los humanos. Ya nadie sabía cuándo dormir o estar despierto porque el sol y la luna estaban fuera de control y el día y la noche estaban completamente desequilibrados.
Entonces, Odín, furioso, decidió amenazar a Sol y Mani con su lanza mágica, pero sabiendo que eran los únicos que podían hacer este trabajo, los dioses del Sol y la Luna no se tomaron en serio sus amenazas. Finalmente, Loki encontró la solución al problema, fue al encuentro de los lobos Skoll y Hati, hijos de su hijo Fenrir, para que persiguieran al Sol y a la Luna. Como recompensa, podrían devorarlos si conseguían alcanzarlos.
Sin perder tiempo, los dos lobos salieron en persecución de los dioses de la Luna y el Sol que, presas del pánico, al ver a las dos bestias salvajes que se les echaban encima a toda velocidad, emprendieron inmediatamente su camino habitual. Así, el ciclo del día y la noche volvió por fin a su ritmo normal.
Según la leyenda, al final de los tiempos, durante el Ragnarök, Skoll y Hati atraparían finalmente al sol y a la luna y los devorarían, al tiempo que el mundo se sumiría en un universo tan frío que congelaría los corazones de hombres y dioses. Ya no habrá luz en la Tierra, y ahí comenzará el principio del fin.
Sin embargo, la Edda Prosaica termina la historia del Ragnarök con la promesa de que el mundo renacerá tras su destrucción. Unos pocos dioses sobrevivirían para establecer un nuevo panteón y una pareja humana se escondería en las ramas de Yggdrasil hasta que pasara el peligro. Antes de ser capturada, Sol daría a luz a una hija. Esta nueva diosa crecería hasta ser tan hermosa como su madre y pronto ocuparía su lugar para dar luz al mundo renacido.
¿Quién es el padre de Skoll y Hati?
Se dice que Skoll y Hati son hijos de Fenrir. Esto los convierte en parte lobo y parte dios. Como su padre, son símbolos tanto de destrucción como de protección.
¿Cómo se llama la madre de Hati y Skoll?
La madre de Hati y Skoll es una giganta llamada Larnvidia. Larnvidia se casa con Fenrir y se aparea con él después de que su suegro, Loki, la haya convertido en loba.
