De entre las decenas de grandes guerreros, reyes, ladrones y filósofos de la mitología nórdica emerge la figura imponente de Starkad (nórdico antiguo: Starkaðr o Störkuðr; latín: Starcaterus), un héroe vikingo cuya presencia resuena en las páginas de Gesta Danorum y otras sagas islandesas. Su narrativa, tejida con hechos heroicos y oscuros crímenes, contribuye a forjar la leyenda de este personaje enigmático.

A la leyenda de Starkad se le atribuyen hazañas notables, siendo uno de los primeros héroes en aventurarse más allá de los límites del mundo conocido. Su viaje pionero abrió las puertas a la exploración de reinos, convirtiéndolo en un precursor de las futuras gestas vikingas. Además, en diversas narrativas, Starkad cumple papeles protagónicos en batallas épicas, enfrentándose a adversarios formidables y demostrando una destreza marcial que lo eleva al estatus de héroe legendario.

Sin embargo, la figura de Starkad no está exenta de sombras, pues a pesar de sus hazañas heroicas, su legado también está marcado por oscuros crímenes. Principalmente relacionados con su evidente inclinación hacia la resolución de conflictos empleando la violencia o en su defecto, acciones moralmente cuestionables. Entre los crímenes atribuidos a Starkad se encuentran actos de brutalidad, traición y derramamiento de sangre, lo que añade un matiz sombrío a su reputación. Aun así, su legado es más que un mero relato de hazañas y crímenes; es un reflejo de la compleja humanidad que componen las narrativas vikingas, tal y como veremos en el siguiente artículo.

Interpretación y menciones en diferentes leyendas

En las leyendas que rodean a Starkad, se destaca su capacidad única en el campo de batalla. Se le describe como un guerrero de extraordinaria fuerza física, capaz de derrotar a sus oponentes con un solo golpe de su espada. Su destreza marcial lo eleva a un estatus casi mitológico, y se le atribuyen habilidades mágicas, como el control del clima y la capacidad de invocar monstruos marinos para que lo auxilien en sus batallas.

Las menciones de Starkad se expanden a través de diferentes textos nórdicos, cada uno aportando matices y detalles únicos a su historia. Por ejemplo, en los textos de Beowulf, qué funcionaria como una especie de introducción hacia su figura, se sugiere una conexión entre Starkad y los headobardos. Mientras tanto, en la saga Hervarar, Starkad es presentado como un guerrero de proporciones gigantescas, descendiente de los gigantes y habitantes de Jotunheim.

Uno de los casos más interesantes se encuentra en «Sögubrot af nokkrum fornkonungum», un antiguo texto de origen islandés con más de 1,000 años de existencia. El personaje de Starkad cobra vida en la batalla de Brávellir, donde lucho para el rey Sigurd Ring, acabando con más del 25% de los soldados del ejército danés enemigo él solo. En este contexto, su enfrentamiento más memorable fue contra Ubbe de Frisia, quien se dice fue el único que pudo herirlo de gravedad, y que solo fue derrotado al ser fusilado por arqueros de Telemark.

Mención en los textos de «Gesta Danorum«

Ahora bien, debemos saber que la figura de Starkad, el legendario guerrero vikingo, alcanza su perfil más comprensible en los relatos de «Gesta Danorum» de Saxo Grammaticus, donde su identidad y sus hazañas se revelan con detalle. En este épico relato, Saxo Grammaticus explora dos narrativas sobre los orígenes de Starkad. En la primera, lo sitúa como nacido en Estonia, al oriente del mar Báltico.

La segunda, más fantástica y mitológica, según el cronista, lo describe como hijo de un jotun, dotado inicialmente de múltiples brazos que Thor, el dios del trueno, se encargó de amputar, dejándole solo dos. Thor, movido por su aversión hacia el guerrero debido a su origen jotun, lo condena a una vida marcada por la insatisfacción, la hostilidad y la incapacidad de poseer bienes. En contraste, Odín, en un acto de generosidad divina, otorga a Starkad dones extraordinarios, como vivir tres vidas y poseer la más excelente de las armas.

Desde el rey danés Frodo IV hasta los bjarmios y Ynglings en Upsala, Starkad se convirtio en un fiel servidor, dejando una estela de valentía y violencia de la más pura en cada tarea que realizaba. De entre sus acciones más destacadas podemos mencionar la conocida Batalla de Brávellir (donde lucho por el Rey Sigurd Ring); la batalla contra los 9 nueve hermanos de Selandia, a quienes asesino con el fin de que el noruego Helgi pudiese casarse con Helga; o el asesinato de los reyes Olo, Lennius y Swerting.

La muerte del gran Starkad

Anciano y deseando una muerte digna para acceder al Valhalla, Starkad emprende un último paseo, portando en su cuello cadenas y adornos de oro, lo que resaltaba su esplendor pasado, pero también simbolizaba su voluntad de enfrentar el fin con dignidad. En el amino, un hombre que codicia una de sus espadas y algunos jinetes contratados por Hather, hijo de Lennius, se cruzan en su camino. No obstante, en un último estallido de violencia, Starkad usando su fuerza abrumadora, se defiende y mata a todos sus oponentes.

Frente a Hather, también hijo de Lennius, Starkad comienza a cantar sobre sus logros, sus victorias y los giros trágicos de su destino. Hather, al mostrarle a Starkad que él mismo proviene de noble cuna, provoca una petición inusual. En un gesto que mezcla la solemnidad y el respeto, Starkad solicita a Hather que sea su verdugo. Hather cumple con la petición de Starkad, cortándole la cabeza a la altura de los hombros.

Como último tributo, Hather, en un acto de respeto y reconocimiento hacia el antiguo guerrero, decide no dejar el cuerpo de Starkad a merced de la intemperie. En lugar de eso, lo entierra en un montículo en Roljung, el mismo lugar donde Starkad dejó su huella sobre una roca en tiempos pasados. Esta sepultura finaliza la vida de uno de los guerreros más formidables de la mitología nórdica, dejando tras de sí un legado de hazañas, pero sobre todo sangre, muerte y violencia.