Aunque un dios menor, Ríg en la mitología nórdica es una figura fascinante, descrita como un anciano sabio, poderoso y fuerte, cuyo papel es fundamental en la creación y organización de la humanidad. Aparece en el poema Rígsthula (Canción de Ríg), donde se revela como un Æsir que, a través de su viaje por el mundo, da origen a las tres clases de seres humanos que estructuran la sociedad nórdica.
Durante su peregrinaje, se encuentra con distintas familias, a quienes otorga atributos específicos que determinarán su posición dentro de la sociedad: los thralls (siervos), los karls (hombres libres) y los jarls (nobles). Su viaje es más que una simple travesía; es un acto de formación y ordenación del mundo humano. Así pues, conozcamos todo lo relacionado con Ríg en la mitología nórdica, el anciano más sabio de todos.
Los viajes fantásticos de Ríg

En el Rígsthula, el poema que narra las acciones de Ríg en la mitología nórdica, se describe su viaje por el mundo. Durante su travesía, Ríg visita varias casas, en las que, tras ser acogido por los dueños, deja su legado en forma de hijos que representarán las tres clases sociales: los thralls (siervos), los karls (hombres libres) y los jarls (nobles).
El primer encuentro de Ríg es con una granja modesta, cuyo dueño, Ái, y su esposa Edda, lo reciben con hospitalidad, a pesar de la escasez de alimentos. Esa noche, Ríg duerme en la granja, y nueve meses después, Edda da a luz a un niño que fue llamado Thræl (siervo), de complexión oscura y fea. Este niño crece fuerte, pero no tiene una apariencia atractiva, y se casa con una mujer llamada Thír, con quien tiene una numerosa descendencia: doce hijos y nueve hijas. Los nombres de sus descendientes, que sugieren fealdad y deformidad, simbolizan el origen de los esclavos dentro de la sociedad nórdica.
Continuando su viaje, Ríg en la mitología nórdica llega a una casa más agradable, donde vive un granjero-artesano llamado Afi y su esposa Amma. La hospitalidad es mucho mayor en este hogar, y Ríg disfruta de una comida de calidad antes de dormir allí. Nuevamente, nueve meses después, la pareja tiene un hijo, llamado Karl (hombre libre), quien es descrito con un rostro y cabello rojos, lo que simboliza su vitalidad y fortaleza. Karl crece sano, se casa con Snör, y tiene una numerosa descendencia: doce hijos y diez hijas, cuyos nombres sugieren belleza y buenos principios. Entre ellos, destaca Smiðr, que se convierte en el ancestro de los granjeros y pastores de rebaños, representando la clase media, la de los hombres libres que trabajan la tierra.
El nacimiento de Rig-Jarl
El viaje de Ríg en la mitología nórdica lo lleva finalmente a una mansión imponente, habitada por Faðir y Móðir, una pareja que vive en abundancia. Esta casa, marcada por el lujo, representa la clase más alta dentro de la sociedad nórdica, la nobleza. Al ser recibido en su hogar, Ríg disfruta de una comida magnífica, servida con esplendor, un indicio de la posición elevada de la familia. Tras pasar una noche en su hogar, Móðir queda embarazada, y nueve meses después da a luz a un niño rubio y brillante, llamado Jarl (que significa «de casta noble»).
A medida que Jarl crece, demuestra ser un joven de gran destreza y valor. Aprende a manejar armas, a entrenar halcones, y a cazar con perros y caballos, lo que lo convierte en un líder natural. Ríg en la mitología nórdica, reconociendo la grandeza que Jarl está destinado a alcanzar, se presenta ante él y lo reclama como su hijo. De esta manera, le otorga su propio nombre, Rig en la mitología nórdica, y lo designa como su heredero. También le enseña las runas y le da valiosos consejos sobre cómo buscar un señorío, marcando su destino como un líder noble.
A través de sus habilidades en la guerra, Jarl logra conquistar y hacerse dueño de dieciocho haciendas, acumulando gran riqueza y poder. Su valentía y destreza lo convierten en un señor respetado. Además, gana la mano de Erna, la hija de Hersir (un líder o señor de guerra), consolidando aún más su posición. Juntos, tienen once hijos, todos varones, cuyos nombres son elegidos cuidadosamente para denotar su importancia. Estos descendientes se convierten en los ancestros de los guerreros nobles, perpetuando la estirpe de Rig-Jarl y su linaje de poderosos señores.
El hijo más grande de todos Kon Ung
A diferencia de Thræl y Karl, quienes representan las clases baja y media, Kon sobresale como el futuro líder que amalgama las cualidades de guerrero y místico. Su conocimiento de las runas y la magia es tan vasto que puede comunicarse con los pájaros, apagar fuegos a su voluntad y curar las mentes de los atormentados. Además, posee la fuerza de ocho hombres.
Su nombre, Konungr (el joven rey), refleja su posición dentro de la tradición germánica, donde los líderes eran a menudo elevados al rango de semidioses o figuras con habilidades extraordinarias. La grandeza de Kon no solo se mide por su destreza física y espiritual, sino también por su futuro como rey.
Un día, mientras cazaba pájaros en el bosque, un cuervo le susurró que su destino no se encontraba entre las aves, sino en la guerra. El cuervo le aconsejó que dejara atrás la caza y buscara el palacio de Dan y Danp, donde encontraría más riquezas y poder. Este consejo marca el inicio de su viaje hacia la conquista y expansión de su reino, aunque el poema se interrumpe abruptamente, dejando al lector con la intriga de lo que vendría después.
Según otras fuentes, como la Saga Skjöldunga y la Heimskringla de Snorri Sturluson, se detalla cómo Kon Ung, bajo el nombre de Rig, se casa con Dana, hija de Danp, un señor de Danpsted. De esta unión nace un hijo, Dan, quien se convierte en el ancestro de los daneses. La historia subraya cómo el título de Konungr (rey) se consolidó como el más alto de los títulos en la cultura nórdica, y cómo sus descendientes llevaron este nombre con orgullo.
¿Rig era un ser inmortal?

La figura de Rig, como se presenta en el poema Rígsthula, parece ser la de un ser que, aunque se muestra con características y habilidades excepcionales, no es necesariamente inmortal en el sentido tradicional de la mitología nórdica, como ocurre con otros dioses. En lugar de eso, Rig podría ser considerado más como un ser ancestral o una figura sagrada que trasciende las generaciones humanas, representando la conexión entre el mundo divino y el mundo humano.
Una de las claves para comprender la naturaleza de Rig se encuentra en su papel como progenitor de las tres clases sociales representadas en el poema: los esclavos (Thræl), los hombres libres (Karl), y los nobles (Jarl). Rig da vida a estas generaciones de forma repetida, y aunque sus hijos nacen como resultado de su intervención directa, no parece que él mismo permanezca inmortal en el tiempo. En lugar de eso, el relato sugiere que su inmortalidad está simbolizada en sus descendientes y en la influencia perdurable que tiene sobre las distintas clases sociales.
El hecho de que el poema hable de generaciones sucesivas — bisabuelos, abuelos, padres y finalmente nobles — insinúa que Rig no es solo un ser de una época aislada, sino alguien que establece una línea de sucesión de héroes y líderes a lo largo del tiempo. Kon Ung, el hijo menor que se destaca por su superioridad, representa la culminación de este proceso evolutivo de la humanidad, donde las clases se van refinando con el tiempo, con cada generación mejorando a la anterior.