Logi, en la mitología nórdica, también conocido como Loge es un gigante (jotun) y personificación del fuego. Es el segundo hijo del antiguo gigante de hielo Fornjotr (Mistblindi) y hermano de Kari, dios del viento, y de Aegir, el dios del mar. Es conocido por estar al servicio del gigante Utgard-Loki y ser uno de los protagonistas Gylfaginning junto a Thor y Loki. El dios embaucador, Loki, y Logi participaron en un reto de comida, donde este último venció a su rival con contundencia, para luego revelarse como la personificación del fuego, devorador de todo lo existente.

El nombre nórdico antiguo Loge se traduce generalmente como «fuego«, «llama» o «resplandor«.

Logi en la Edda Prosaica

Logi es mencionado en la primera sección de la Edda Prosaica, es decir en Gylfaginning. En uno de sus relatos, los dioses nórdicos Thor y Loki se aventuran en un viaje al castillo de Utgard.

Su anfitrión, el gigante Utgard-Loki, retó a las deidades a una serie de concursos, donde ellos intentaban vencer a los familiares y amigos del jotun.

thor loki y los gigantes

En un reto de comida planteado por Utgard-Loki aparece Loge, que se presenta al concurso y vence a su contrincante, Loki. En ese momento, nadie sabía quién era, pero devoró la comida, los huesos, los platos e incluso la mesa. Más tarde se reveló como el antiguo dios y personificación del fuego.

Confusión con el primer rey de Hålogaland

Existe una historia encontrada en la saga legendaria Þorsteins saga Víkingssonar donde se confunde a Logi con un rey mortal del mismo nombre. Aquí es identificado como el primer rey de Hålogaland (norte de Noruega), considerado descendiente de los jotuns, y famoso por ser el más grande y fuerte de los humanos, apodado por ello Halogi, que significa «Alto-Logi».

logi dios nórdico del fuego

Halogi se casó con Glöd y tuvo dos hijas, Eimyrja y Elsa, de las cuales descienden varios héroes de esta saga nórdica, caracterizados por su físico musculoso e impresionante belleza.

Palabras finales

Loge y sus dos hermanos, Kari y Aegir conforman la triplicidad de elementos primigenios que actúan en la tierra: el mar o agua que interactúa con la tierra, el fuego y el viento que ayudan a dar forma a los mundos.

Estas deidades, sin duda, estuvieron antaño vinculadas a la cuadriplicidad mágica de los elementos naturales del fuego, aire, tierra y agua, en un tiempo anterior a la creación del mito de Odín, en un tiempo anterior a que los humanos diéramos una forma antropomórfica a los espíritus.