La aurora boreal es un fenómeno natural fascinante que ha creado emoción y misticismo desde el principio de los tiempos. Aunque la ciencia se entiende bastante bien en la actualidad, las luces siguen rodeadas de mitos, folclore y superstición.
Millones de personas han experimentado esta maravilla de la naturaleza y a muchos les cuesta transmitir la magnitud de la belleza cuando intentan describir lo que han presenciado. Estar de pie en un muelle cubierto de nieve, con el agua negra y helada escalofriantemente quieta, reflejando el espectáculo de luces más encantador que baila en el oscuro cielo ártico es una de las experiencias más fascinantes de la vida.
El origen de la Aurora Boreal
«Aurora» deriva del nombre de la diosa romana del amanecer, que viajaba de este a oeste anunciando la llegada del sol en su carro multicolor. En la antigua Grecia, los poetas lo utilizaban a menudo de forma metafórica para describir a la diosa corriendo por el cielo repartiendo luz y color. Galileo acuñó la expresión Aurora Boreal en 1861 añadiendo una segunda palabra derivada del dios griego del viento del norte, Boreas.
Las auroras boreales son causadas por tormentas geomagnéticas y se producen en una franja conocida como «zona auroral». Estas zonas se centran en los polos magnéticos Norte y Sur. Las tormentas hacen que las zonas aurorales se expandan, llevándolas a latitudes más bajas. Los vientos solares obligan a los protones y electrones cargados a colisionar dando lugar a fenómenos luminosos, conocidos como serpentinas. Estas serpentinas pueden producirse en cualquier momento del día, pero son más visibles en la oscuridad de la noche.
Aurora Boreal en la mitología nórdica
Uno de los primeros textos escritos que mencionan la aurora boreal se encuentra en El espejo real, considerado un libro de texto noruego de ciencias sociales del siglo XIII. La aurora boreal se describe como un fenómeno natural. El autor desconocido también le da un nombre: Northern Urljos.
La aurora boreal no era un espectáculo inusual para los habitantes del lejano norte y era un tema popular en el folclore y la superstición. En la antigua mitología nórdica, se decía que la aurora boreal era Bifrost, el puente entre Asgard y Midgard. Otras historias insinuaban que la luz se reflejaba en los escudos de las valquirias, los ángeles femeninos de la muerte que conducían a los guerreros caídos al Valhalla.
El folclore finlandés cuenta que la aurora boreal procede de las chispas creadas por la cola del zorro al correr sobre la nieve. El nombre finlandés de la aurora boreal, «Revontulet«, se traduce literalmente como «tren de fuego«.
En la cultura sami se cree que sus antepasados vivían en la aurora boreal y eran una fuerza de la naturaleza, como un dios, en consonancia con el sol, la luna y otros fenómenos naturales. Es importante ser respetuoso con la aurora boreal para mostrar respeto a sus antepasados. En sami, la aurora boreal se llama «guovssahas«, que significa la luz audible. Muchos creen que pueden oír los crujidos de la aurora boreal.
La fe y la superstición en las culturas nórdicas veían las luces asociadas tanto a las bendiciones y la buena fortuna como al miedo y las advertencias. A las futuras madres se les prometía un parto sin problemas si evitaban mirar las luces durante el embarazo, mientras que las historias de ladrones de niños y vírgenes problemáticas aludían a una asociación más siniestra con la luz danzante del cielo nocturno.
Planifique ya su viaje de este año para presenciar la aurora boreal en Noruega. Nuestro mejor consejo en cuanto a lugares para visitar es el municipio norteño de Tromsø. Aunque nada está garantizado, esta ciudad del Ártico tiene una incidencia muy alta de las luces, y visitarla en el momento adecuado le da la mejor oportunidad de ver las luces y tomar las mejores fotos. En este caso, un recuero sinigual es un puzzle aurora boreal, ya sea de 1.000 o 2.000 piezas con sus singulares colores.
