Para los nórdicos la noche no solo era un fenómeno natural, sino una figura divina con nombre propio: Nótt, cuyo nombre significa literalmente «noche». Representada como una diosa ancestral y poderosa, Nótt encarna la oscuridad que envuelve el mundo al caer el sol, simbolizando tanto el descanso como el misterio de lo desconocido.

Nótt es mencionada en la Edda poética y prosaica, donde se narra su linaje y su relación con los ciclos naturales. Hija del gigante Nörvi, Nótt es una figura genealógica importante y abuela del dios Thor a través de su descendencia. Su influencia no se limita a su propio dominio, pues su tercer matrimonio con el dios del amanecer, Dellingr, resultó en el nacimiento de Dagr, la personificación del día. Así pues, veamos toda la información relacionada con Nótt de la mitología nórdica.

¿De dónde viene la noche para los dioses nórdicos?

En el poema Vafþrúðnismál, Odín, bajo el nombre de Gagnráðr, desafía al sabio jötunn Vafþrúðnir en un duelo de conocimiento. En este contexto, el dios pregunta sobre el origen del día, la noche y sus ciclos. Vafþrúðnir dice que Dellingr, dios del amanecer, es el padre del día, y Nör, jötunn, es la madre de la noche. Los dioses, según el poema, moldearon los ciclos celestes, creando las fases de la luna como una herramienta para contar el tiempo y marcar los años.

Además, el poema Alvíssmál explora las múltiples formas en que las distintas razas de los nueve mundos perciben y nombran la noche. Para los humanos es simplemente «noche», mientras que los dioses la llaman «oscuridad», y los elfos la ven como un «júbilo del dormir». Los enanos la llaman «sueño-Njörun», asociándola con el descanso, lo que muestra cómo la noche se conecta con diferentes aspectos de la existencia nórdica.

Por último, en el poema Sigrdrífumál, la valquiria Sigrdrífa recita una oración pagana que exalta la noche y su descendencia. Ella celebra a las hijas de Nótt junto a los hijos del día, destacando la importancia de ambos en el equilibrio cósmico. Esta reverencia subraya el carácter sagrado y omnipresente de la noche, cuya presencia no solo define el tiempo, sino también el ritmo de la vida y la interacción entre los mundos.

La naturaleza de Nótt según Snorri Sturluson

En el Gylfaginning, Snorri Sturluson describe el origen de Nótt, destacando su importancia en la cosmología nórdica como figura que conecta dioses, gigantes y mortales. Según Snorri, Nótt es la hija del jötunn Nörfi o Narfi, y, como parte de la raza de los gigantes, se la describe como una mujer oscura y morena.

La vida de Nótt está marcada por tres matrimonios, cada uno de ellos simbolizando diferentes aspectos del cosmos. Su primer esposo, Naglfari, tuvo un hijo llamado Auð, cuyo nombre, «riqueza» o «abundancia», sugiere una conexión simbólica entre la noche y el crecimiento. Su segundo matrimonio fue con Annar, de cuya unión nació Jörð, la personificación de la Tierra, reforzando la idea de la noche como un principio generador. Finalmente, su tercer matrimonio, con Delling, un dios de la familia de los Æsir, produjo a Dagr, el día personificado.

Snorri describe cómo Odín, el líder de los dioses, asigna un papel cósmico a Nótt y su hijo Dagr. Ambos son colocados en el cielo con sus carros, recorriendo el mundo en ciclos de veinticuatro horas, reflejando la eterna danza entre noche y día. Hrímfaxi, el caballo de Nótt, rocía la tierra con la espuma de su freno cada mañana, creando el rocío que cubre los valles al amanecer. Skinfaxi, el caballo de Dagr, ilumina la tierra con el brillo de sus crines, completando el ciclo de luz y oscuridad que rige el tiempo.