El Rey Can, también conocido como Konungr Canus en algunas fuentes, es una figura enigmática del folklore y la tradición nórdica, cuya existencia oscila entre la historia y la mitología. Su nombre aparece en relatos escandinavos como el Chronicon Lethrense, los Annales Lundenses, la Gesta Danorum y la Heimskringla de Snorri Sturluson.
Este monarca, envuelto en un aura de misterio, se presenta de manera multifacética en la literatura nórdica. Mientras que algunas fuentes lo representan como un rey histórico, otras lo elevan al plano de lo mítico, atribuyéndole características sobrenaturales o un rol crucial en la genealogía de héroes y dioses. Con todo esto en mente, conozcamos algunas de las representaciones más famosas del Rey Can en la mitología nórdica.
Rey Can en Chronicon Lethrense y Anales de Lunda

El Chronicon Lethrense y los Annales Lundenses presentan una historia fascinante y compleja que involucra al Rey Can, enmarcada dentro de las luchas dinásticas del norte de Europa. Tras la muerte de Halga, el rey danés mencionado en el poema Beowulf y conocido también bajo otros nombres como Helgo o Helgi, el relato da un giro intrigante. En ambas crónicas, el rey sueco Eadgils envió un perro a Dinamarca con un mensaje simbólico: los daneses debían reconocerlo como su rey.
Sin embargo, este Rey Can de la mitología nórdica no tuvo una larga vida. En una lucha entre perros más grandes, el pequeño perro se interpuso entre ellos y fue fatalmente herido. A pesar de su muerte prematura, el destino del reino danés estaba por dar un giro aún más extraño. Según la leyenda, Lǣ, un gigante asociado con Ægir, ofreció sus consejos a Snær, quien cuidaba el ganado en Lǣsø̄. Snær llegó a la corte de Hākun, donde, tras acertijos, el rey admitió que el perro había muerto. De esta manera, Snær fue proclamado rey de Dinamarca, reemplazando al rey can de la mitología nórdica, iniciando un gobierno despiadado y opresivo.
Menciones del Rey Can en Gesta Danorum, Hversu Noregr byggðist y Hákonar saga góða
En la Gesta Danorum de Saxo Grammaticus, el personaje de Gunnar, descrito como «el más valiente de todos los suecos», es responsable de invadir Noruega y despojar de su poder al anciano rey Ragnald. Tras esta victoria, y con un deseo de humillar aún más a los noruegos, Gunnar elige a un perro como su jarl para gobernar el territorio. Gunnar asigna nobles como gobernadores para gestionar el reino y castiga severamente a quienes falten al respeto al «rey can» de la mitología nórdica.
Por otro lado, Hversu Noregr byggðist y Hákonar saga góða presentan una historia similar, aunque con más detalles sobre la naturaleza y el contexto del perro-virrey. En estos textos, el rey Eysteinn inn illráði conquista Trondheim, pero enfrenta una rebelión local que termina con la muerte de su hijo Onund. Como represalria, Eysteinn da a los habitantes de Trondheim elegir entre su esclavo Thorer Faxe o su perro, Saurr, cuyo nombre significa «excremento».
Los noruegos optan por el perro, creyendo que podrían deshacerse de él en algún momento. No obstante, durante tres años, Saurr es tratado como un verdadero rey: se le coloca un collar de oro, tiene cortesanos, un trono, y una mansión. Además, se le permite firmar los decretos reales, aunque solo mediante sus huellas. El control de Saurr termina cuando los lobos irrumpen en su morada, simbolizando la vulnerabilidad y lo efímero del poder, incluso en su absurdo.
Supuesta aparición en Skáldatal

Skáldatal menciona al Rey Can (Saurr) de forma indirecta, a través del escaldo Erpr lútandi, en una intrigante historia relacionada con los reyes nórdicos. Según los relatos, los tribunales sentenciaron a muerte a Erpr por matar dentro de un santuario, un acto considerado profanación en la sociedad nórdica. Sin embargo, Erpr logró salvar su vida gracias a su habilidad como poeta. El Rey Can, Saurr, perdonó a Erpr tras componer un drápa, una especie de poema elogioso dedicado a él.
Este evento, fechado en el siglo IX, está vinculado al rey Eysteinn Beli, conocido por su vinculación con la región de Uppland. Sin embargo, la mención de Saurr, el Rey Can, en Skáldatal es indirecta, sin detallar su relación con Eysteinn Beli. La situación resalta una posible confusión entre dos reyes llamados Eysteinn, ambos asociados a diferentes territorios: Eysteinn de Oppland, y otro rey Eysteinn de Uppland. La confusión entre los reyes suecos Onela y Áli surge por la similitud de sus nombres y las regiones que gobernaban.
