Como miembro prominente de los Vanir, uno de los dos clanes divinos principales, Njörðr se encuentra directamente ligado a la prosperidad y la navegación, temas esenciales para las comunidades nórdicas. Su dominio abarca desde la fertilidad de la tierra hasta la calma de las aguas costeras, atributos que lo convierten en una deidad venerada tanto por agricultores como por navegantes.

La residencia de Njörðr, Nóatún, cuyo nombre se traduce como «pueblo de navíos,» refleja su estrecha relación con el mar. Es esposo de Skaði, una diosa asociada con las montañas y la caza. Su relación destaca los contrastes entre los mundos que representan: él, las costas y la fertilidad, y ella, la dureza de las montañas nevadas. Además, Njörðr es padre de Frey y Freyja, dos de las deidades más influyentes de la mitología nórdica. Dicho esto, conozcamos algunos de los detalles más interesantes acerca de la figura de Njörðr en la mitología nórdica.

Uno de los pocos dioses que sobrevivieron al Ragnarok

En la mitología nórdica, el Ragnarök simboliza el fin del mundo tal como se conoce, un evento catastrófico que marca la muerte de muchos dioses, la destrucción de la tierra y la renovación del cosmos. Sin embargo, no todas las deidades perecen en este apocalipsis. De la mitología nórdica, Njörðr es uno de los que sobrevivirán a esta gran batalla cósmica, un detalle que realza su historia en el panteón nórdico.

En el poema Vafþrúðnismál, se menciona que Njörðr regresará con los Vanir, su pueblo original, después del Ragnarök. A lo largo del poema, el dios Odín, bajo el alias de Gagnráðr, participa en un duelo de ingenio con el sabio jotun Vafþrúðnir. Njörðr, rehén enviado a los Æsir tras la guerra divina, está destinado a regresar con los Vanir, reflejando su profunda conexión con su origen.

Njörðr también aparece en otros poemas como el Grímnismál, donde se le describe como un príncipe justo y carente de malicia, gobernando desde su sala en Nóatún, un lugar que encarna su conexión con el mar. En textos como el Skírnismál, además se le menciona como padre de Frey, ligado a la creación del mítico barco Skíðblaðnir.

El matrimonio Njörðr con la diosa Skaði

La historia comienza tras la muerte de Thjazi, el padre de Skaði, quien fue asesinado por los Æsir. Llena de pesar, Skaði esquió hasta el Valhalla, exigiendo una compensación por su pérdida. Los dioses le ofrecieron la posibilidad de elegir a un esposo entre ellos, pero con una condición: solo podía basar su elección en la apariencia de sus pies. Skaði, convencida de que los pies más hermosos debían pertenecer a Baldr, eligió a Njörðr, cuyos pies eran suaves y limpios debido al contacto constante con el mar.

Aunque ambos compartían un amor mutuo, su matrimonio estuvo marcado por la incompatibilidad. Njörðr, acostumbrado al mar y la brisa de Nóatún, no soportaba los aullidos de los lobos ni el frío de Þrymheim, morada de Skaði. Por su parte, Skaði encontraba intolerable el ruido de las gaviotas y las olas rompiendo contra la costa. En un intento por equilibrar sus diferencias, acordaron dividir su tiempo: nueve días en Þrymheim y tres en Nóatún. Este arreglo, aunque no resolvió sus diferencias, simboliza el dominio del invierno en las regiones nórdicas, donde el frío predomina durante gran parte del año.

Reinterpretación de Njörðr en el Heimskringla

En la Saga de los Ynglings, Njörðr se introduce como parte de los rehenes intercambiados durante la tregua entre Æsir y Vanir. La riqueza y habilidad como gobernante convierten a este en un personaje central, que junto a su hijo Freyr, fue nombrado sacerdote de los sacrificios. Se menciona su matrimonio con una hermana no nombrada entre los Vanir, de donde nacieron Freyr y Freyja, un acto que contrasta con los Æsir.

La saga relata que Njörðr de la mitología nórdicagobernó a los suecos tras la muerte de Odín, marcando una era de paz y abundancia. Bajo su mandato, se practicaron sacrificios en su honor, reforzando la creencia de que Njörðr tenía control sobre la fertilidad de la tierra y la prosperidad humana. Al fallecer, cremaron su cuerpo con honores y su memoria se arraigó profundamente en el imaginario cultural de los suecos.

Además, en la Saga de Hákon el Bueno, Njörðr conserva su relevancia en las ceremonias del Yule, destacándose en las tradicionales tostadas a los dioses. Se brindaba en su nombre junto al de Freyr para asegurar buenas cosechas y paz. Y finalmente, en la Saga de Harald Pielgris, Njörðr de la mitología nórdica aparece en kennings, figuras poéticas utilizadas para referirse a conceptos como “marinero” y “guerrero”.