Hræsvelgr, cuyo nombre en nórdico antiguo puede traducirse como «traga cadáveres» o «corriente de naufragio», se trata de un ser colosal, envuelto en un aire de misterio. Habita en los confines del mundo, y su presencia se asocia con el flujo constante del viento que atraviesa Midgard, el reino de los hombres. Se dice que, cuando bate sus inmensas alas, el viento sopla desde su trono, afectando la vida de hombres y dioses en los nueve mundos.
El nombre de Hræsvelgr ha perdurado a lo largo de los siglos y ha sido adaptado a distintas lenguas escandinavas y anglosajonas. En danés se le llama Hræsvælg, mientras que en sueco es conocido como Räsvelg, y en textos en inglés suele aparecer como Hraesvelgr o Hresvelgr. Así pues, a lo largo de este artículo nos adentraremos en la historia, el simbolismo y las menciones de Hræsvelgr a lo largo de la mitología nórdica, explorando cómo su figura ha azotado las leyendas escandinavas.
Menciones en Vafþrúðnismál y Gylfaginning

Dos de los textos más significativos que aluden a la criatura conocida como Hræsvelgr son el poema Vafþrúðnismál y el Gylfaginning de Snorri Sturluson. En el poema Vafþrúðnismál, Odin, bajo el nombre de Gagnráðr, desafía al sabio gigante Vafþrúðnir en un duelo de conocimientos. Durante este intercambio, se hace referencia a Hræsvelgr con las siguientes palabras:
“Hræsvelgr se llama en el confín del cielo, el gigante de forma de águila; de sus alas dicen que les viene viento a los hombres todos.”
Hræsvelgr, situado en el límite del cielo, extiende sus alas de águila para generar los vientos que soplan sobre Midgard y los demás mundos.
La referencia en el Gylfaginning es una paráfrasis de las palabras del Vafþrúðnismál, pero con un nivel de detalle adicional. En este texto, Gangleri (el rey Gylfi disfrazado) interroga a Hárr sobre el origen del viento. Hárr responde:
“Bien te lo puedo decir. Al norte del cielo está también un gigante llamado Hræsvelgr. Tiene figura de águila, y cuando mueve las alas surgen los vientos bajo ellas.”
Snorri Sturluson amplía la imagen de Hræsvelgr al situarlo en el extremo norte del cielo, una posición simbólica que lo asocia con los confines del mundo conocido y con fuerzas primordiales. Sus alas de águila, gigantescas, producen los vientos y median entre el orden cósmico y las energías naturales.
Representación del Hræsvelgr en la actualidad

La dichosa Hræsvelgr ha trascendido los textos de la mitología nórdica para convertirse en una fuente de inspiración en diversas formas de entretenimiento y cultura popular. Aunque conserva su forma de águila y su rol como generador de vientos, los creadores modernos han adaptado su esencia a nuevas narrativas y contextos.
En el universo de Final Fantasy XIV, Hræsvelgr aparece como un dragón y uno de los siete hijos del legendario Midgardsormr. En esta representación, Hræsvelgr encarna los temas de poder, majestuosidad y conexión con fuerzas cósmicas, elementos que lo vinculan tanto con su origen mitológico como con el rico lore del videojuego.
Por otro lado, en Saint Seiya: Soul of Gold, Hræsvelgr se reinterpreta como una armadura divina usada por Balder, uno de los guerreros de Asgard. Esta versión transforma al gigante alado en un símbolo de poder y protección. La armadura simboliza el espíritu y fuerza de Hræsvelgr, reflejando su dualidad como creador y destructor, cualidades que resuenan con su nombre «traga cadáveres».
Y finalmente, en el aclamado videojuego God of War (2018), Hræsvelgr es representada como una Jötun con forma de águila de cuatro alas que gobierna Helheim, el reino de los muertos. Figura gigante y enigmática, observa desde lo alto de Helheim, vigilando el Reino de los Muertos sin interferir, al menos al principio.