Rerir es un personaje de gran importancia para las sagas que relatan la historia de los Völsung, una dinastía legendaria de la que descienden héroes tan famosos como Sigurd (Siegfried). Su historia, aunque enmarcada en la protohistoria escandinava de la Era de Vendel (siglo V), está impregnada de los elementos heroicos y míticos que caracterizan la tradición nórdica.

Según la Saga de los Völsungos, Rerir es hijo de Sigi, un hombre de gran valentía y fuerza que, tras ser asesinado por los hermanos de su esposa en un complot por usurpar su trono, es vengado por su hijo. En un acto heroico y lleno de simbolismo, Rerir toma la venganza de su padre y asume el liderazgo de Hunaland, el reino que su padre gobernaba, consolidando su papel como líder y precursor de la dinastía Völsung. En el siguiente artículo buscaremos ampliar más el conocimiento general acerca de la figura de Rerir en la mitología nórdica.

El vínculo de Rerir con la diosa Frigg

A pesar de su deseo ferviente de tener hijos, Rerir y su esposa enfrentaban una infertilidad inexplicable. Este obstáculo, sin embargo, no era algo que pudiera impedir el destino de los grandes héroes, especialmente cuando el apoyo de los dioses estaba en juego. Es en este contexto que la diosa Frigg, esposa de Odín y madre de muchos dioses, juega un papel crucial. 

Al enterarse del sufrimiento de Rerir y su esposa, Frigg decide intervenir para garantizar que el linaje de los Völsung continúe. Para ello, envía a un ser mágico, Hljóð, un jötunn (gigante) que toma la forma de un cuervo. Hljóð lleva consigo una manzana mágica que posee el poder de la fertilidad, un regalo de los dioses para que Rerir y su esposa pudieran concebir un hijo.

Este acto de generosidad divina resulta ser exitoso, pues poco después de recibir la manzana, la esposa de Rerir queda embarazada, lo que marca el comienzo del linaje de los Völsung. A pesar de la alegría que trae la noticia de su descendencia, Rerir cae enfermo y muere poco después, sin llegar a ver el hijo que llevaba el futuro de su familia. La muerte de Rerir, aunque trágica, no es un final definitivo para su linaje, pues su hijo, Volsung, se convertirá en el protagonista de una saga aún mayor.

Nacimiento de Volsung, una vida por otra

La mujer de Rerir, quien había luchado con la infertilidad durante tanto tiempo, finalmente concibe gracias al regalo divino de Frigg. Sin embargo, su embarazo es largo y anómalo; en lugar de los nueve meses esperados, ella permanece embarazada por seis años completos, un periodo que solo se puede entender en el contexto de los mitos nórdicos, donde lo extraordinario y lo sobrenatural se entrelazan en las historias de héroes y dioses.

A medida que su embarazo avanza, la mujer de Rerir se da cuenta de que su tiempo en este mundo está llegando a su fin. En su desesperación por ver nacer a su hijo, ella ordena que le practiquen una cesárea, un procedimiento extremadamente peligroso en aquella época, que inevitablemente le costará la vida. La cesárea, sin embargo, tiene éxito en traer al mundo a Volsung, pero a un costo devastador: su madre muere durante el parto.

Lo que hace único este nacimiento es que Volsung no llega al mundo como un bebé, sino como un joven ya crecido, lo que simboliza el vínculo estrecho entre los dioses y los destinos predestinados. Tan pronto como nace, el joven Volsung besa a su madre antes de que ella muera, para que tiempo después este se acabase convirtiendo en el patriarca de una de las líneas más ilustres de héroes en la mitología nórdica. Como abuelo de Sigmund y bisabuelo de Sigurd, Volsung es un ancestro crucial en la Saga de los Völsungos, donde las proezas de su descendencia, como las de Sigurd y su famosa lucha contra el dragón Fafnir, continúan la tradición de sacrificio y grandeza.